El trato no bueno a los caballos y otros animales comprensiblemente es indeseado. Pero además cuestiona claramente los deportes ecuestres en que lo que los mismos intervienen, y no es de recibo que ningún responsable no abogue porque ello no ocurra sino es necesario que tome las medidas oportunas y coherentes para que ni tan siquiera se piense en suprimilos. ¿Debe defender un dirigente del deporte el deporte?