La semana pasada hubo completo nacional en la instalación avilesina de las cercanías de Arenas de San Pedro de la Finca el Quemado (CCN** C, CCN 100, CCN 80 y CCN 60).
Primera prueba de completo de dicha finca, que ha sido muy alabada por los jinetes y los entendidos que han podido asistir a las pruebas allí celebradas. Los elogios han sido unánimes.
Comprensiblemente han comenzado con nacional, pero bien se dice que permite llegar a internacional de bastante nivel y sus magníficas instalaciones son un buen escaparate del completo español para los extranjeros: se entremezclan las zonas de encinares con las praderas (una pista natural de hierba)... una representación muy exportable de la belleza del campo de Castilla. A buen seguro se harán internacionales de nivel (qué necesario es).
El completo español tiene que estar agradecido al esfuerzo humano y económico de la familia Jiménez-Peña, que además este rodaje les servirá papara mejorar. Y esperemos que su gran esfuerzo y aportación sea recompensada y ayudada para que prosigan. Uno de los problemas del completo español es la no continuidad de los campos de competición con lo caros que son y más aún en unos momentos que los problemas económicos de España son tremendos por la pandemia del Coronavirus. Un ejemplo claro hemos tenido últimamente en la instalación manchega de Los Arcángeles que por falta de ayudas y dialogo fructífero, su propietario declinó continuar; si bien un buen jinete, de mucha experiencia, sabedor de la importante inversión que en ella se había hecho ha llegado a un acuerdo para que vuelva a haber competición. No caigamos otra vez en, “pan para hoy y hambre para mañana”.
Repetimos, y volvemos a repetir, que el completo español tiene que estar muy agradecido a la finca avilesina.
El pero que se le puede poner es que su esfuerzo ha quedado enturbiado más que inmerecidamente por ser una competición oficial sin cumplir el reglamento, pero ellos no tienen ninguna culpa sino los que lo prodigan desde ya hace muchos años, y mal les aconsejan.
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