Es incomprensible que el presidente de la RFHE, persona seria; formal; máxima formación profesional; ecuánime; que ha tenido una actuación brillante quitando la deuda económica que el organismo venía arrastrando desde hacía muchos años y parecía de casi imposible solución; conocedor del deporte ecuestre; competidor en final “cambio de caballos” de Cto. de España de salto; de muchos de completo; competidor en esta última disciplina en JJ.OO, JEM, Ctos. de Europa, Badminton…; siempre buen compañero de equipo… consienta lo que está sucediendo.
Cierto es que en dicha competición hay muchas matrículas, pues es una buenísima instalación y el calendario nacional es tremendamente exiguo; pero ello en ningún caso es una justificación de incumplir el reglamento. Los jinetes, lógicamente asisten a lo que hay y no tienen ninguna culpa (bastantes esfuerzo hacen no solo en competir y prepararse sino económicamente).
Jinetes chivos expiatorios de la cutre e impensable ideología de dicha persona (una originalidad torticera que no existe en el completo de ningún país), los ejemplos son muchos y evidente el del año antepasado que por primera vez España compite en el Campeonato de Europa con solo tres conjuntos, no terminando ninguno y quedando en el último puesto. Ha llegado a decir en la pasada campaña electoral que va a hacer el Campeonato de España amateur en 2021, cuando se suspenden algunos por falta de participantes. No queremos seguir con los desfases que tanto comete, que llegan a lo irrisorio, esperpéntico y surrealista. La evidencia es clara y documentada. ¿Cómo se puede defender?
Lo hemos dicho hasta la saciedad -ya aburre- pero la obligación de un medio es informar y controlar los posibles abusos de poder. Lo contrario sería ser cómplice de una grave irregularidad (el que calla otorga) y defenderlo no tiene ni palabras.
¿Hace falta un entrenador en el completo español sobre todo en año posiblemente de JJ.OO y Campeonato de Europa?
Escribía el célebre catedrático, historiador, economista... italiano Carlos M. Cipolla en su muy leído ensayo allegro ma non troppo, “ las personas no estúpidas siempre subestiman el potencial dañino de la gente estúpida, y constantemente olvidan que en cualquier momento, lugar y circunstancia asociarse con individuos estúpidos constituye invariablemente un error costoso”.
Es un artículo del reglamento que, aunque no existiera, nadie se atrevería a actuar no conforme al mismo, ya que entra dentro de toda la lógica de buscar la equidad y el deporte limpio.
Se puede entender qué un juzgado no admita a trámite casos por defecto de forma, y unos jueces ecuestres juzguen lo que no es conforme al reglamento. También es muy difícil -incluso imposible- entender, qué el delegado técnico (lo nombra la federación) acepte una prueba con una gravísima irregularidad siendo su función primordial que se cumpla el reglamento federativo. Y, ¿el comité correspondiente? ¿Continuidad en el cargo y continuar cobrando? Si así fuera es una actitud que tiene un calificativo evidente y difícil de nombrar. La única justificación que pueden esgrimir es que no lo saben o no se puede demostrar, algo que es totalmente incierto pues ellos al igual que la mayoría saben que es cierto (aunque haya algunos que no dicen lo que piensan). Amistad de última hora, irreal, de conveniencia y de favores prestados.
Cierto es que el completo en España, aunque es una disciplina olímpica, es muy minoritarias en participación respecto a otras, y el incumplimiento del reglamento es de mucha menor repercusión. Pero la gravedad de obviarlo queda aumentada porque demuestra una actitud totalitaria, de tintes claramente injustos, de poder hacer lo que se quiera…, que se puede extender a otras modalidades.
5/V/2021. En la Comunidad de Madrid (elecciones) se ha cumplido: el juntarse con una persona inconveniente ha supuesto un fracaso estrepitoso. Aviso para navegantes
Artículo Conflicto de intereses
No podrá ser oficial de una competición toda persona cuya actuación suponga un conflicto de intereses. Este podrá existir cuando surjan dudas razonables sobre la independencia de los oficiales en sus actuaciones. En concreto, el conflicto de intereses existe cuando las circunstancias de carácter personal, profesional, económico o familiar (hasta segundo grado) puedan influir en la objetividad de los oficiales y deben evitarse siempre que sea posible. No obstante lo anterior, se reconoce la posibilidad de que, en ocasiones excepcionales, los oficiales en posible conflicto puedan estar cualificados dada su experiencia y conocimientos. El equilibrio entre conflicto y experiencia deberá regirse siempre por las reglas propias del espíritu deportivo, y corresponderá a la RFHE, en última instancia, definir su existencia.
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